La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada o 70 minutos de actividad vigorosa en los adultos en una semana para mantener un estilo de vida saludable.
Los niños entre 5 y 17 años deben realizar al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa todos los días para mantener una buena salud y el desarrollo físico óptimo.
Un informe reciente publicado en la revista Medicina y Ciencia en Deportes y Ejercicio, sugiere que sólo 10 minutos de actividad física de alta intensidad cada día para los niños para detener problemas cardíacos y enfermedades metabólicas.
Investigadores de Wake Forest Baptist Medical Centre en los EE.UU. encontraron que la sustitución de una actividad física de moderada intensidad con breves períodos de ejercicio vigoroso puede proporcionar beneficios cardio-metabólicas significativos en los jóvenes con las mediciones de cintura relativamente grandes y niveles elevados de insulina en la sangre.
Para el estudio, el equipo analizó a 11,588 jóvenes de edades comprendidas entre los 4 y 18 de países como los EE.UU., Brasil y varios países europeos. Participantes de diferentes edades, sexos, nivel de actividad física y al menos un biomarcador de riesgo cardio-metabólico fueron estudiados. Se controlaron sus niveles de peso, presión arterial, HDL, LDL, triglicéridos, glucosa e insulina.
Como resultado se encontraron asociaciones significativas sólo de 32 de un total posible de 360, mientras que la evaluación de las relaciones entre los marcadores biológicos y la actividad física vigorosa.
Todas las 32 asociaciones se relacionan con los niveles de insulina y la circunferencia de la cintura reducidos. Las relaciones entre el ejercicio de alta intensidad y los otros biomarcadores fueron inconsistentes.
«Los resultados sugieren que la sustitución de cantidades moderadas de actividad física vigorosa durante el ejercicio ligero de mayor duración puede tener beneficios cardio-metabólicos más allá de las transmitidas por la actividad moderada y la evitación de la conducta sedentaria«, dijo Justin B Moore, profesor asociado de la Wake Forest Baptist.
«Pero la actividad vigorosa se asoció independientemente con sólo dos de los marcadores analizados, es posible que sus beneficios verdaderamente significativos pueden ser limitados, en relación con el ejercicio menos intenso«, agregó Moore.
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