La retinopatía diabética, una complicación de la diabetes, es la principal causa de pérdida de visión y ceguera en todo el mundo.
Se está convirtiendo en un importante problema de salud pública, especialmente dado el rápido aumento de la incidencia de la diabetes.
La retinopatía diabética daña los vasos sanguíneos dentro de la retina en la parte posterior del ojo.
Dado que esta condición afecta a casi todos los pacientes con diabetes tipo 1 y más del 60% de los pacientes con diabetes tipo 2 desarrolla una forma de la misma en el trascurso de 20 años.
El diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la retinopatía diabética son fundamentales.
Mientras que la dieta juega un papel muy importante en el cuidado y manejo de la diabetes, hay información y directrices limitadas disponible para la prevención y el tratamiento de la retinopatía diabética.
Las pautas dietéticas específicas no son concluyentes en cuanto a si determinados alimentos están asociados con un riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
Estudios previos se han centrado ya sea en grupos específicos de alimentos o nutrientes.
Pero no de todo el espectro de alimentos, enlaces potenciales y en el impacto sobre la retinopatía diabética como un resultado clínico.
En un intento de abordar esta brecha clínica, los investigadores evaluaron 31 estudios observacionales y de:}
- Intervención acerca de los macro y micronutrientes,
- tomas de patrones dietéticos,
- la ingesta de alimentos, y
- bebidas en relación con la retinopatía diabética.
Sus resultados fueron publicados recientemente en la revista PLoS One.
La dieta mediterránea es la más beneficiosa
Encontraron que las dietas que incluían frutas, hortalizas (que son altas en fibra dietética, con un bajo índice glucémico, y ricas en antioxidantes), el pescado azul, y la adherencia a la dieta mediterránea tenían efectos protectores.
Incluyendo la reducción del daño retina inducida por glucosa, en pacientes en riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
No es de extrañar que la dieta mediterránea, que incluye componentes de alimentos como el aceite de oliva, el vino tinto, y fibra, tenga efectos protectores, ya que sea considerada una de las dietas más sanas en todo el mundo.
La dieta mediterránea se cree que ayuda a aliviar las complicaciones diabéticas tales como la resistencia a la insulina, el estrés oxidativo y la inflamación, todos ellos factores que pueden tener un impacto negativo en la retina.
Más calorías, más riesgos
En comparación, las dietas altas en calorías aumentan el riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
Las dietas calóricas altas aumentan la carga metabólica en un individuo, junto con ello un aumento del estrés oxidativo.
Lo que posteriormente puede aumentar el riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
Curiosamente, sin embargo, no se observó asociación específica entre la retinopatía diabética y los carbohidratos, que son un factor clave para las dietas con alto contenido calórico.
Por lo tanto, tal vez la calidad de los hidratos de carbono juega un papel muy importante.
El seguimiento de la calidad de los carbohidratos y la reducción de la ingesta total de calorías puede tener un efecto más beneficioso en los pacientes con diabetes en riesgo de desarrollar retinopatía.
No se observó asociación entre la ingesta de sodio o vitaminas con la retinopatía diabética.
Sin embargo, el impacto o enlace entre los antioxidantes, ácidos grasos, alcohol, y las proteínas con la retinopatía diabética sigue siendo poco claro.
La dieta y la retinopatía diabética
De ahí que la revisión indica, en efecto, una correlación entre los componentes específicos de la dieta y la retinopatía diabética,.
Por lo tanto, la dieta juega un papel importante en la prevención y tratamiento de la enfermedad.
Una reducción de calorías, el aumento de fibra dietética, el pescado azul, y la adherencia a la dieta mediterránea podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollar retinopatía diabética y ralentizar la progresión de la enfermedad.
Sin embargo, los investigadores señalan que se necesitan más estudios para confirmar estas observaciones y, por lo tanto, ayudar a crear pautas dietéticas más informadas para la prevención y la gestión de la retinopatía diabética.
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