Investigadores en Newcastle, Australia, en BMJ Open Diabetes Research and Take Care, analizaron los registros médicos de 22 niños de 7 años y menores con diabetes tipo 1.
Registro de los hábitos alimenticios
Sus padres completaron un diario de 3 días que documenta todos los alimentos y bebidas consumidos, incluido el tipo y el nombre de la marca de los alimentos, la cantidad de alimentos medidos en una escala o en tazas de alimentos, y el método de preparación.
También completaron un cuestionario de 16 herramientas que describe la rutina de manejo de la diabetes y los patrones de alimentación.
Pautas del experimento
El noventa y cinco por ciento de los niños usaban insulina antes de las comidas, y todos comían al menos tres comidas al día, y algunos también comían bocadillos por la mañana y por la tarde.
El desglose promedio de nutrientes de sus alimentos fue 48% de carbohidratos, 16% de proteínas y 33% de grasas.
Aproximadamente al 20% de los niños se les ofreció comida en un patrón de comida.
Ninguno de los niños cumplió con las recomendaciones para el consumo diario de vegetales, y el 28% cumplió con las recomendaciones de proteínas y carne magra.
No se encontró correlación entre HbA1c (una medida de control de glucosa en los 2 a 3 meses anteriores).
Beneficios de comer a sus horas
Pero, se encontró que los niveles de HbA1c eran más altos en los niños a los que se les permitía comer (botanas/bocadillos) durante el día en comparación con aquellos a los que se les ofrecían comidas en horarios regulares.
«Las implicaciones clínicas de esto son que comer en un patrón de rutina está asociado con un nivel más bajo de HbA1c, lo que sugiere que evitar comer entre comidas o tener una merienda continua es beneficioso para el control de la diabetes en este grupo de edad joven«.
Dijo el investigador Rowen Seckold, MBBS, FRACP, a Endocrine Today, y añadió:
«Se requiere más investigación sobre intervenciones dietéticas para mejorar la calidad de la dieta en niños pequeños«.