Las semillas de lino ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre y también ayudan a reducir el riesgo de complicaciones de la diabetes, como enfermedades del corazón y derrames cerebrales, por lo que es un alimento muy importante para los diabéticos, tanto de tipo 1 como del tipo 2.
Las semillas de lino
Las semillas de lino son uno de los mejores alimentos cuando se trata de controlar la diabetes.
Las semillas ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre, junto con los cambios de estilo de vida y la medicación según sea necesario, puede ayudar a los diabéticos a manejar más fácilmente la diabetes.
Las semillas de lino pueden mejorar la sensibilidad a la insulina. Es muy importante para los diabéticos mantener la glucosa en la sangre estable, y experimentar menos picos elevados a lo largo del día.
Este efecto de disminución del azúcar en la sangre es debido al contenido de fibra insoluble que contienen las semillas de lino.
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El lino ralentiza la absorción del azúcar
La investigación ha encontrado que la fibra insoluble ralentiza la liberación de azúcar en la sangre y eso ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Varios estudios que han encontrado que las personas con diabetes tipo 2 que agregaron de 10 a 20 gramos de polvo de linaza a su dieta diaria durante al menos un mes registraron reducciones de hasta un 20 por ciento en los niveles de azúcar en la sangre.
Un estudio canadiense mostró que:
Los sujetos que consumieron 50 g de semillas de lino durante 4 semanas experimentaron una reducción del 27% en los niveles de azúcar.
Las semillas de lino también pueden ayudar a prevenir complicaciones de la diabetes como las enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, debido a los altos niveles de ácidos grasos omega-3.
Los ácidos grasos también pueden ayudar en la gestión de otras dolencias tales como la artritis reumatoide, la enfermedad de Alzheimer y la depresión, y pueden reducir el riesgo de cáncer de mama inducido por los estrógenos, ya que se une a los receptores de estrógeno.
Son un doble golpe cuando se trata de luchar contra el cáncer.
Ya que también son una fuente de lignanos, antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer.
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Las semillas de lino son súper versátiles
Ayudan a reducir la inflamación y proteger el revestimiento del estómago.
Por lo que es una buena opción para los que sufren de la enfermedad de Crohn o síndrome de intestino irritable.
Semillas de lino molidas son más fáciles para nuestros cuerpos de digerir que las semillas enteras.
Así que, para obtener los mayores beneficios, deben ser molidas hasta tener un fino polvo.
También hay estudios que muestran que el aceite de linaza, cuando se toma como un suplemento, puede reducir el colesterol LDL, también conocido como colesterol malo.
Las semillas de Chia también son beneficiosos para los enfermos de diabetes, ya que son ricas en fibra, grasas saludables, ácidos grasos omega-3 y calcio.
Se recomienda a los diabéticos tratar probar Shirataki, hechos de la raíz de la planta konjac japonesa, para mantener los niveles de azúcar bajo control.
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Contienen una fibra llamada glucomanano, que forma una película protectora sobre las paredes del intestino.
Lo anterior ayuda a ralentizar la absorción de glucosa, y por lo tanto reducir el aumento de azúcar en la sangre.
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