La diabetes es especialmente común en los ancianos, casi un tercio de las personas mayores de 65 años de edad tienen la enfermedad.
Un 30 por ciento adicional de los adultos tienen prediabetes, una condición caracterizada por hiperglucemia que todavía no está en el rango diabético.
El estudio comparó los resultados de dos encuestas nacionales que incluían prueba de sangre en ayunas para medir la glucosa (FBG) y la medición de la glucosa 2 horas después de comer (SOG).
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El SOG da más información sobre alteraciones de la glucosa en la sangre que la prueba FBG, que mide la glucosa en la sangre después de un ayuno nocturno. La prueba FBG es más fácil y menos costosa que la SOG, pero la prueba de 2 horas es más sensible en la identificación de la diabetes y la prediabetes, especialmente en personas de edad avanzada.
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Las lecturas de glucosa de la SOG suelen mostrar niveles altos, pero aún no niveles diabéticos, por lo que advierten un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de desarrollar diabetes que las pruebas de medición de nivel de glucosa en ayuno.
«Estamos frente a una epidemia de diabetes que no muestra signos de disminuir, a juzgar por el número de personas con prediabetes«, dijo la autora principal Catherine Cowie, miembro del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), una parte del NIH.
«Durante años, las estimaciones de prevalencia de la diabetes se han basado principalmente en datos que incluían una prueba de glucosa en ayunas, pero no un SOG«.
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La encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2016, fue la primera encuesta nacional en 15 años en incluir la SOG, la adición de la SOG nos da mayor confianza en que estamos viendo la verdadera carga de la diabetes y prediabetes en una muestra representativa de la población.
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La tasa de diabetes diagnosticada aumentó alarmantemente en las encuestas de este año, pero la prevalencia de la diabetes no diagnosticada y prediabetes se mantuvieron relativamente estables.
Los grupos minoritarios siguen soportando una carga desproporcionada. La prevalencia de la diabetes, tanto con y sin diagnóstico, en los negros no hispanos y los mexicano-americanos es de 70 a 80 por ciento superior a la de los blancos no hispanos.
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La prevalencia de diabetes fue prácticamente la misma en hombres y mujeres, al igual que la proporción de casos no diagnosticados.
La prediabetes es más común en los hombres que en las mujeres (36 por ciento en comparación con el 23 por ciento).
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La diabetes es poco frecuente en los jóvenes de 12 a 19 años, pero alrededor del 16 por ciento tienen pre-diabetes.
«Estos resultados tienen implicaciones graves para nuestro sistema de salud, que ya está luchando para atender a los millones de pacientes con diabetes, muchos de los cuales pertenecen a grupos vulnerables, como los ancianos o las minorías«, dijo Griffin P. Rodgers, MD, director del NIDDK.
«Es de suma importancia poner un freno a la epidemia de la obesidad, que es el principal factor que impulsa el aumento de la diabetes tipo 2«.
Es importante saber si usted tiene diabetes o prediabetes, porque hay muchas cosas que puede hacer para preservar su salud. Debe hablar con profesionales acerca de su riesgo real sobre desarrollar la enfermedad.
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Si el nivel de glucosa en la sangre es alto, pero no lo suficientemente alto como para diagnosticarle diabetes, la pérdida de una cantidad modesta de peso y aumentar la actividad física reducirán en gran medida el riesgo de contraer diabetes tipo 2.
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Si ya tiene diabetes, el control de la glucosa en la sangre, la presión arterial y el colesterol van a prevenir o retrasar las complicaciones de la diabetes.
Las personas mayores de 45 años deben ser probadas para la prediabetes o diabetes.
Las mujeres menores de 45 años que tiene sobrepeso y tiene otro factor de riesgo deben consultar con su médico acerca de las pruebas.
Las personas están en mayor riesgo de desarrollar diabetes pre-diabetes de tipo 2 si:
- Tienen 45 años o más.
- Tienen una historia familiar de diabetes.
- Tienen sobrepeso.
- Son inactivos (realiza ejercicio menos de tres veces a la semana).
- Son miembros de una población étnica de alto riesgo (por ejemplo, afroamericanos, hispanos de América latina, indio y de Alaska nativos americanos, asiático-americano, las islas del Pacífico).
- Tiene la presión arterial alta: 140/90 mm/Hg o más.
- Tienen un colesterol inferior a 35 mg/dl o un nivel de triglicéridos 250 mg/dl o más altos.
- Si ha padecido diabetes gestacional o ha dado a luz a un bebé que pesó más de 4 kilos.
- Si tienen el síndrome de ovario poliquístico, un trastorno metabólico que afecta el sistema reproductivo femenino.
- Si tiene un historial de enfermedad de los vasos sanguíneos en el corazón, el cerebro o las piernas.
- Y si ha tenido niveles más altos de lo normal de glucosa en la sangre en la prueba anterior.
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