Su madre, Amanda Nicole Clifton, dijo que se dio cuenta de que algo malo pasaba con Alex, y en un principio lo acreditó a los muchos cambios en la vida del niño.
«Me pareció que era el estrés y es que por eso estaba teniendo las dificultades que estaba teniendo«, dijo Clifton, «presentaba mucha hambre, sed, y siempre estaba muy cansado. Llegó a mojar la cama tanto que, literalmente, pasó por el colchón, a través de la caja de la cama y hasta la alfombra”.
Su diagnóstico… Diabetes de tipo 1
A nivel nacional, uno de cada tres niños, desarrollaran diabetes durante su vida. La diabetes afecta de manera desproporcionada en el estado de Mississippi debido a los altos índices de obesidad. La diabetes es la sexta causa de muerte en el estado, según la Fundación de Diabetes de Mississippi.
La diabetes tipo 1, la que padece Alex, no se puede prevenir y es responsable de una pequeña minoría de la población total de la diabetes. La diabetes tipo 2, en cambio, se puede prevenir mediante el mantenimiento de un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
«La diabetes tipo 1 es un trastorno inmunológico que nadie puede cambiar«, dijo Clifton, agregando para acallar las reacciones recibidas respecto a la diabetes de Alex, reacciones que atacan su paternidad sin comprender realmente la enfermedad, «no se puede contrarrestar la diabetes tipo 1.»
Clifton, llevó a Alex a un pediatra después de un viaje de familia a Olive Garden, que terminó cuando Alex dijo que no podía ver, le dolía la cabeza y vomitó en la mesa«.
Después de que Alex fuera revisado por el doctor, el pediatra dijo, “bueno, señora Clifton, no sé qué otra manera de decir esto, pero Alex tiene diabetes o tiene leucemia«, rememoro la señora Clifton.
La señora Clifton salió de la habitación mientras el médico realizaba unas pruebas adicionales, tomando muestras de sangre. «Me recuerdo gritando en la parte superior de mis pulmones, “Dios, ¿qué hago? Y comenzar a orar”, dijo la señora Clifton.
La leucemia, en algunos casos, se puede curar. La diabetes no tiene cura y requiere una vigilancia constante para toda la vida.
El pediatra diagnostica Alex con diabetes tipo 1 en el año 2012. Ahora Alex con 9 años de edad toca el piano, juega béisbol, caza con regularidad y práctica karate.
«Se necesitaron cuatro días para que yo le lograra pincharle con una aguja«, dijo Clifton, «yo no quería hacerlo, tenía tanto miedo de hacerlo mal, de pensar que iba a hacerle daño. Hasta que finalmente me dijeron que si no lo hacía podía morir en meses, o semanas, así que lo pinche”.
Ahora Alex utiliza una bomba de insulina insertada en el estómago, y un CGM Dexcom, o un monitor continuo de glucosa, para regular su glucosa. La bomba, conectada mediante un tubo en el estómago, posee unos clips para el cinturón y tiene un diseño de Lego. Alex tiene que mantener constantemente la CGM en el bolsillo, sin embargo, teniendo apenas nueve años de edad, a menudo se coloca mal.
Antes de comer Alex o su madre deben equilibrar adecuadamente sus comidas en la bomba. Un tentempié como zanahorias sólo requiere una pequeña dosis de la bomba, mientras que el helado necesita más.
La familia hizo cambios en la dieta para dar cabida al cuidado de la diabetes de Alex, comer más queso y algunas carnes, cortar la comida chatarra de la dieta, usando la coliflor en lugar de patatas, sustituyendo manzana por el azúcar en los licuados con leche, aceites y huevos en las recetas. La señora Clifton planea lanzar un libro de cocina para diabéticos «frágiles» como Alex algún día.
«Yo los llamo los diabéticos frágiles, porque se puede comer un bocado de helado y sin ningún tratamiento a sus niveles de azúcar en la sangre pueden elevarse mortalmente«, dijo la señora Clifton.
La madre de Alex tuvo que empezar con la educación de Alex en el hogar, para evitar molestar a los demás niños y a las maestras con los ruidos de los pitidos del monitor de azúcar de Alex, y para estar seguros los dos de que recibirá el tratamiento correspondiente en el momento adecuado, ya que no siempre las maestras están capacitadas además de que ya deben de cuidar de suficientes niños.
«No quiero molestar a un grupo de niños que están tratando de escuchar a un maestro», dijo la señora Clifton, «básicamente yo tendría que ir con él a la escuela para él que asistir. Es más fácil para mí educarlo en casa”.
En los últimos 60 días, la madre de Alex comentó que tuvieron que llevar al niño al hospital siete veces. Dijo que ni siquiera podía contar el número de veces que han sido en el último año.
Sin embargo, Alex no deja que las visitas al hospital o la punción en el dedo le impidan realizar las actividades que le gustan. La semana pasada se colocó entre los tres primeros de su primera competición de karate por su kata armas, una serie de movimientos específicos, casi como un baile, y su madre dijo que podría ser capaz de pasar de un cinturón blanco del principiante a un cinturón amarillo pronto.
Su equipo recibió el nombramiento de equipo de la semana, pero Alex no pudo salir en la foto porque su azúcar en la sangre cayó poco después de la competencia. «Estaba tan nervioso ese día, cualquier emoción puede hacer que el azúcar en la sangre se descontrole», dijo Clifton, «el dolor, la ira, el nerviosismo, cualquier emoción fuerte lo puede afectar«.
Clifton dijo que tenía que aprender mucho sobre la diabetes, sobre recetas y cómo operar las diversas máquinas que Alex utiliza. Ella reconoce que los grupos en línea, videos de entrenamiento en YouTube y organizaciones como la Fundación de Diabetes Mississippi, la han ayudado enormemente a hacer frente a la enfermedad de su hijo.
Alex tiene muchos de planes, la diabetes no figura para él como un impedimento, el pequeño dijo que quiere empezar a jugar al fútbol y su madre puntualizo que su hijo quería ser arqueólogo cuando fuera grande, pero Alex interrumpió:
«Eso fue la semana pasada.”
«Bueno, ¿quieres ser esta semana?” – indagó la mamá.
«Uhh… ¡un oficial de policía!» – expresó Alex divertido.
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